Mensaje de la Jefa de Gobierno durante la firma del primer Manifiesto de Colaboración Conjunta entre Alcaldes de América del Norte para el Desarrollo Sostenible de las Ciudades
Muy buena tardes señor Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, señor Gobernador de Baja California Sur, secretarias y secretarios de Gobierno de México, alcaldes y alcaldesas de México, Estados Unidos y Canadá, empresarios. Muchas gracias por permitirme hablar en esta cumbre.
Quiero antes que nada agradecer al canciller Marcelo Ebrard por la organización de esta importante cumbre, y además enviarle desde aquí un enorme saludo y un aplauso porque está encabezando en este momento, una tarea histórica para el pueblo y el Gobierno de México.
Hoy más que nunca reivindicamos nuestra soberanía, pero también nuestro hermanamiento, apelando al diálogo y no al enfrentamiento, pero no por ello también firmes al lado de nuestro presidente, defendiendo siempre los intereses sinceros de nuestra patria, de nuestra nación y hermanados con los pueblos de las ciudades del norte de nuestro continente.
La riqueza cultural que representamos en este salón, en los habitantes de las diversas ciudades que hoy se encuentran representados por sus gobernantes es enorme; habitantes de diferentes orígenes, etnias, con diferentes lenguas, cada uno con historias diversas y parecidas expresando nuestro interés en la cooperación para el desarrollo.
En las ciudades del Norte del continente de Estados Unidos, de Canadá y México vivimos cerca de 400 millones de personas y enfrentamos retos similares aunque con nuestras propias características.
Retos de desigualdad, de vivienda, de acceso a la salud, acceso a la educación, cultura, retos ambientales; contaminación, escasez de recursos hídricos, residuos sólidos, cambio climático retos de seguridad, retos de violencia.
Desde la Ciudad de México, ciudad de derechos y libertades, impulsamos la disminución de las enormes desigualdades a través del acceso a los derechos.
El acceso a la educación apoyando a madres y padres para mejores escuelas, becas para el estudio, fortaleciendo espacios de educación media superior y superior.
Por un sistema que abandonó a nuestros jóvenes y que hoy ponemos toda nuestra esperanza en ello. Programas ambiciosos de movilidad y medio ambiente y rescate del espacio público.
Pero no es el momento para hablar de nuestros programas, en este momento hablamos sobre la unidad de los alcaldes que estamos representados en este salón y quisiera en particular referirme, porque va a tomar la palabra, al alcalde Garcetti, y lo que representa la unidad entre la Ciudad de México y la ciudad de Los Ángeles, dos ciudades que hoy cumplen 50 años de hermanamiento, y lo presento porque representa este hermanamiento que hay entre los habitantes de nuestras diversas ciudades. Estos 50 años de hermanamiento van inclusive más allá. Nuestra historia común data de cientos de años.
No sólo es intercambio de una hermandad que va más allá del vínculo económico, educativo, de creación artística, de creación científica, de producción industrial y de producción agrícola, va más allá, es incluso de hermanos, de hermanas, de primos, de abuelos que viven en nuestra ciudad, ciudad de Los Ángeles, Ciudad de México, ciudades de Estados Unidos, de Canadá y ciudades de México que viven allá y que viven acá y no es de ahora, es de siempre, con todo respeto esa hermandad no lo rompe ni un cinco por ciento de aranceles.
Represento orgullosamente en este evento, en este encuentro a la Ciudad de México, capital cultural de América, rica por su diversidad cultural, orígenes étnicos, historia y habitantes solidarios y alegres que han defendido y defienden nuestra soberanía nacional y la hermandad de los pueblos de América, aquí estamos señor Presidente, alcaldes y alcaldesas de México, de Estados Unidos y de Canadá, hermanando ciudades, pueblos, historias y naciones, queriendo y defendiendo nuestra historia, nuestras patrias, pero mostrando que la unión de nuestros pueblos está más fuerte que nunca.
Vivan las ciudades de México. Vivan las ciudades de Estados Unidos. Vivan las ciudades de Canadá. Vivan nuestros pueblos.