Mensaje de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo; y del representante de la UNESCO en Perú, Ernesto Fernández Polcuch, durante el Foro Abierto de Ciencias Latinoamérica y El Caribe (CILAC)
REPRESENTANTE DE LA UNESCO EN PERÚ, ERNESTO FERNANDEZ POLCUCH (EFP): Nos acompaña ahora la doctora Claudia Sheinbaum, quien es la primera mujer electa al Gobierno de la Ciudad de México, y, además, una científica reconocida.
Aprovecho para agradecerle que México haya accedido a ser anfitrión de la próxima edición del Foro CILAC del país y, esperamos que sea presencial y así podemos todos visitarla, visitar su hermosa ciudad.
Y, en ese sentido, mi pregunta va acerca de ¿cuál es el rol de las ciudades en este contexto? ¿de qué manera las ciudades pueden ayudar a defender el Derecho a la Ciencia, a promover el avance científico, particularmente en el contexto de América Latina y el Caribe?
JEFA DE GOBIERNO, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO (CSP): Bueno, muchas gracias por la invitación a este Foro.
Lo primero que yo diría es que la pandemia nos ha enseñado –y nos sigue enseñando– la indispensable… vínculo entre las distintas disciplinas científicas y la necesidad de su promoción.
La pandemia nos mostró la necesidad de tener investigación básica, biomédica, médica, para entender este virus tan terrible que hemos vivido en este año; nos enseñó la necesidad de la ciencia aplicada, desde distintos puntos de vista, desde los grandes modelos matemáticos para los modelos epidemiológicos hasta la ciencia aplicada.
Y también la ciencia, no solamente en términos de la ciencia dura sino en términos de los impactos económicos, sociales, psicológicos, educativos que ha representado esta terrible pandemia para el mundo, para –en general– los países y, en particular, las ciudades, porque las ciudades, por ser densamente pobladas, por tener, visiblemente, la mayores desigualdades sociales en un territorio pequeño, pues evidentemente muestran cómo la pandemia tuvo mayores efectos en las ciudades y cómo el conocimiento científico y esta necesidad de interdisciplina y de conocimiento interdisciplinario y trabajo interdisciplinario, es fundamental para atender problemas tan graves como los que hemos vivido, como los que seguimos; y, en general, cualquier otra afrenta que tenga la humanidad en el presente y en el futuro.
La segunda también es la importancia de la ciencia en los datos duros, los modelos epidemiológicos para atender la situación de la pandemia; sino nos basamos en esta evidencia científica –tanto de la cotidianidad como de que vivimos en la pandemia, en términos del número de personas enfermas, su conocimiento– no podemos desarrollar las acciones, o no podríamos haber desarrollado, desde distintos puntos de vista y siempre con un acercamiento cultural, porque la ciencia también es una herramienta, pero requiere acercamientos culturales distintos dependiendo de dónde vivamos, pero es indispensable el uso de los datos, y del desarrollo de modelos epidemiológicos que nos han permitido atender la pandemia desde distintos puntos de vista.
Por otro lado, la aplicación de la propia ciencia, nosotros –quiero compartirles– desde que entramos al Gobierno de la Ciudad desarrollamos una institución, o promovimos una institución, que le llamamos la Agencia Digital de Innovación Pública; hemos logrado independizarnos de muchísimas patentes y licencias a partir del desarrollo tecnológico-científico, con un grupo muy importante de jóvenes mexicanos que están desarrollando las distintas acciones desde la ciudad.
Desde principios de la pandemia, por ejemplo, desarrollamos un método de un mensaje SMS para que la gente pudiera hacerse un tamizaje automático y poder tener la posibilidad de saber si estaban enfermos, no estaban enfermos y la gravedad de su enfermedad.
Y, a partir del desarrollo de este mensaje SMS, que es vinculatorio –es decir, de información de un lado y de recepción del otro–, pudimos desarrollar una atención, prácticamente individual a todas las personas que pudieran utilizar este Sistema SMS, a partir de los sistemas de Salud de Gobierno de la Ciudad de México.
Desarrollamos también –con estos jóvenes creativos que tenemos en la Agencia Digital de Innovación Pública– una aplicación para que la gente pudiera conocer qué hospitales estaban... tenían capacidad hospitalaria para recibir a una persona o no, a dónde dirigirse, cómo dirigirse, y cómo ser atendidos –de los más de 65 hospitales que tuvimos operando en los momentos más duros de la pandemia–, para poder conocer hacia dónde debían de dirigirse y no tener que estar de un lugar a otro, teniendo el conocimiento de en qué lugares pudieran tener una cama de hospital.
De igual manera, un desarrollo propio a partir de un código QR para identificar a las personas que pudieran salir positivas –a partir del desarrollo de las pruebas– que entraban a restaurantes o a lugares públicos, y poder comunicar a las personas que estuvieron en contacto en este punto para poder ser atendidas.
Como algunos de los ejemplos que pudimos desarrollar desde la ciudad, a partir de la aplicación de modelos científicos y desarrollos tecnológicos propios que no podrían haber tenido sentido –en términos generales– si no hubieran estado vinculados, necesariamente, con las necesidades de la ciudadanía.
Y, un elemento adicional, que es que el primer año de gobierno logramos poner a la Ciudad de México desde el número 85 en números… a la ciudad número 2 en términos de conectividad gratuita de Wi-Fi; y esto nos ha permitido, no solamente la aplicación... la utilización de todas estas herramientas, sino también, hoy que los niños aún siguen llevando clases a distancia, tener la posibilidad de tener acceso al internet para poder tener el Derecho a la Educación.
El siguiente punto fundamental es que no creo que podamos hablar del Derecho al Conocimiento Científico si no hablamos de los grandes derechos; nosotros hablamos de la ciudad y creo que, en general, todas las ciudades tienen que tener un elemento fundamental de innovación, pero no solo innovación tecnológica, sino innovación en la manera de enfrentar los distintos problemas, siempre relacionados con nuestros antecedentes y nuestra interculturalidad, y riqueza cultural que tenemos en las grandes urbes, sino afrontar realmente desde una política de derechos: el Derecho a la Educación, el Derecho a la Salud, el Derecho al Transporte Sustentable, el Derecho al Agua.
Es decir, tenemos que hablar de los grandes derechos que, evidentemente, esto es una contradicción con un modelo económico que durante muchos años privilegió o estableció que la educación, que la salud eran privilegios y no eran derechos; y la pandemia nos ha enseñado que, justamente, estos son los elementos sustantivos para el desarrollo de la humanidad, y poder disminuir las enormes desigualdades que aquejan al mundo y que, particularmente, aquejan a las ciudades.
Y, finalmente, creo también que no podemos hablar solo de la ciencia, o tenemos que hablar de la ciencia en un sentido amplio; no podemos enfrentar la pandemia si no hablamos de la sensibilidad social; no solo es un asunto científico, no podemos hablar, o no podemos poner también otros derechos en duda frente al conocimiento científico.
Y, hablo de la democracia, hablo de la necesidad de educar, de comunicar, hablo de la divulgación científica, hemos experimentado en este año un gran ejemplo de cómo una pandemia, cómo el Coronavirus se volvió comunicación en las familias, en las casas, en todos lados por la divulgación científica que hubo a partir del conocimiento y de la necesidad de que la gente conociera cómo se transmitía esta terrible enfermedad del COVID-19. Pero al mismo tiempo la educación, la comunicación, la divulgación son fundamentales en un elemento sustantivo que es la defensa también de la democracia.
Y, finalmente, hablar también del acceso y la equidad y hoy como bien se señaló (inaudible) como…
No podemos salir de la pandemia como un mundo más inequitativo, cuando se habla de resiliencia se habla de regresar a la situación del estado de equilibrio, o supuesto equilibrio que teníamos; y la resiliencia –desde mi perspectiva– tiene que ser una sociedad mejor, y la pandemia nos tiene que enseñar a construir sociedades mejores.
Y, en particular, hoy el tema de la vacuna y de la distribución y el gran Derecho a la Salud tiene que ser un elemento sustantivo para poder construir un mundo mejor y ciudades cada vez mejores.
Muchas gracias.
EFP: Muchas gracias doctora Sheinbaum, realmente la interrelación entre los distintos tipos de ciencias, los distintos derechos involucrados, arma una matriz muy compleja ¿no?, de desafíos y de –al mismo tiempo– respuestas por parte del Estado y la sociedad.